Se me antoja, la vertiente de mis sueños de plata que llevas oculta ahí,
bajo tu manto;
oscura y espesa niebla...
Exijo que me devuelvas las estrellas fugaces,
que los duendes me han obsequiado; avara y traviesa noche...
Renuncio al silencio improvisado y expulso los miedos atados,
desatados en este momento...
Me declaro lunática e insolente...
(perturbada mi mente)
y mis veinte brazos preparados para hacer añicos tus dientes,
y luego acariciarte tiernamente...
Soy la vida, tambien soy la muerte...
soy la serpiente que se escapa desesperada de las tormentas...
Devuelveme, la vertiente de mis sueños de plata,
Sol naciente...
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