sábado, 16 de julio de 2011

El tiempo

 Fueron:
miradas fugaces,
besos apurados,
minutos contados,
abrazos extremados…
Sí, así sucedió
una mañana reciente
antes de su viaje:
dijo que me quería,
que me deseaba,
que escaso fue el tiempo
para los dos…
Mientras esto me decía
mis manos palpaban
su corazón exaltado,
y nuestros labios hablaban
de todos nuestros deseos
que se unían completamente
en nuestras mentes…
Fue un eclipse pasajero
En el que ambos nos hallamos…

Fueron mis ojos pequeños
quienes lo cautivaron;
 fue el bálsamo de su voz
y de sus manos
los que me apasionaron…
Su voz recorrió mi oído
diciendo lo que imaginaba
si hubiese encajado el tiempo
en nuestros destinos…
Sus manos curiosearon
todo mi cuerpo maravillado
de tanta excitación,
y mis manos en su espalda
dibujaron la llamarada
más intensa de  aquella pasión…
De sus ojos nacía el fuego
de los míos nacía el deseo…
De pronto, todo se desvanecía
con un adiós…
Comprendí la mezquindad del tiempo,
su poca gentileza
ante tamaña incandescencia,
es por eso mi descontento…
Klaura  03/08/09

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