Que caiga la lluvia a su antojo,
que se enfurezca,
que traspase la piel,
que se humedezcan los ojos, los labios, los rostros, la sangre...
Que caiga la lluvia a su antojo...
la tierra se deshidrata y abre sus brazos a la lluvia.
Grata visita,
en tiempos de agonía.
06/09/2011
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