viernes, 29 de noviembre de 2013

La mano de obra barata ( los contratados)

Por tantas miserias hemos pasado.
Tanto trabajo
Hemos hecho
Para el cómodo y ambicioso,
Tanto trabajo
 Para el codicioso empresario
O para el hambriento e insuficiente
Hombre que da trabajo.
O para el pobre de espíritu,
Que vive del espíritu del pobre,
Que tiene mucho dinero
Y busca la paz interior
En un lugar alejado
De su ritmo de  trabajo
De rol de Empleadores.
¡Ostentación de la Burguesía!
Tanto trabajo
Tanto dolor de espalda
Por unas chauchas…
Miren como van progresando,
Y nosotros a caso ¿prosperamos?
Seguimos inhalando  el hielo,
Seguimos agradeciendo,
Seguimos disimulando
El dolor de espalda
¿Hasta cuando?
Aquí en este trabajo
Nos llaman los contratados
Me pregunto
Una y mil veces
¿Tiene más valor un simple contrato
Que nuestro propio trabajo?
Si el dinero no vale nada
Qué son 7000 pesos diarios
Por siete horas y media
De duro trabajo?
Ellos, seres iluminados
Que viven en la montaña,
Con rituales venidos de otras tierras,
No saben ni donde están parados,
Ocultan la sangre, la verdadera sangre
Que habita por estos lados,
Aplastados los verdaderos dueños
De estas tierras y estas aguas…
El discurso como en todos lados,
Es bello y lleno de amor
Pero, conocimiento, sabiduría
No es la pura habladuría,
De qué les sirve vivir en la montaña,
Si el dinero es su principal fuente de energía,
Es tanto el misticismo,
Un poco menos que el cinismo.
Mal agradecida!
Si no quieres trabajar
Entonces por que estas aquí?
Por Necesidad, sí,
Por necedad, tal vez,
Por mi pobre e insuficiente
Capacidad de crear,
No será por mucho tiempo
Esa es la esperanza que tengo.
Mucho tiempo es demasiado
Como para vivir subyugado,
Mucho tiempo es demasiado,
Sí es demasiado,
Entonces ¿qué nos queda?
Muchas cosas nos quedan
La dignidad, el valor,
La fuerza
Nuestra fuerza para nuestra fuerza,
Nuestras manos para nuestro fuego,

Nuestro trabajo, para el trabajo nuestro. 
17/10/2013

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