Sentada frente a
la mar:
bella naturaleza
que se apaga,
fría en el aire y
cálida en sus colores.
Olores.
El sol luminoso
detendrá sus rayos,
como cuando la
lluvia detiene sus lágrimas…
Las aves detienen
su canto y regresan a sus nidos
entristecidos y
melancólicos,
las olas de la mar
se han quedado calmas,
casi inmóviles
como las hojas
secas de un otoño sin brisa…
Las nubes
resplandecientes se eternizan
Adornando el
cielo;
Rojizas
Blancas,
Amarillas,
Negras,
Semi negras,
Moradas,
Burdeas
Pareciera que algo
esperan, tan expresivas
y tan quietas.
Sí, esperan la llegada
del viejo y su
bote viejo,
O quizás solo
reposan
y prefieren ser
las musas inspiradoras
de un pintor loco
al que divisaron
algo fascinado y
encantado
con sus matices.
A decir verdad, no
lo sé,
Pero mis ojos se
iluminan
con ellas tan majestuosas,
Mientras algunas
estrellas
sutilmente comienzan
a encender.
Sigo sentada frente
a la mar
Y éste olor a
humedad fresco, fresco
Nacido desde los
poros de la tierra
Invade mi olfato, mi
mente,
Mi cuerpo.
Me hace respirar
tan profundamente.
Por primera vez, después
de tanto tiempo, respiro libertad…
Mis dedos pasean
por las hojas de un pequeño arbusto
Y una cuncuna ya
se ha puesto a soñar.
Por primera vez después
de tanto tiempo,
Respiro libertad…
Las rocas han
quedado opacadas con la oscuridad del astro,
Éste en menos de
cuatro minutos se ha perdido en el horizonte.
Ha llegado la
noche, es turno de la luna hacer amparo de la tierra;
Inmensa creación.
Regreso a mi casa,
feliz y entristecida,
éste día ha sido
sorprendente, infinito,
He sido
espectadora del más perfecto atardecer.
Por primera vez, después
de tanto tiempo, respiro libertad,
Desde la cárcel
del olvido, impregnado el miedo.
Anhelo.
Abro los ojos y
todo se hace negro.
Más solo puedo
volver a cerrar mis ojos,
e imaginarme el
atardecer de mis días.
Klaura
22/11/2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario