Quisiera tan fuerte
ser,
como una roca ser,
como una piedra ser,
como una montaña ser,
como el silencio que permanece entre tanto ruido,
como el silencio que permanece entre tanto ruido,
lejano al sentir de
la humedad de mis ojos...
Mi llanto ya no es
llanto sino sollozos,
En mi corazón esboza
un tempano de hielo
bañado del profundo
azul,
Soy tan dócil
que me requiebro en
el silencio
luego de un tiempo
erupciono fuego,
como si lo hicieran
todos los volcanes
al mismo tiempo.
No soy tan fuerte
como debería serlo,
soñarlo
o imaginarlo,
Yace cautiva
Mi alma salvaje
cubierta de barro
bajo miles
de hojas caídas…
Grito,
Grito,
Grita mi alma,
y se liberan
de toda agonía
inservible
a esta vida mia.
Quisiera tan fuerte
ser
pero no puedo
asimilar
montañas, rocas o
piedras,
si mi Ser es
materia
Sintiendo,
Aprendiendo
y explorando sentires
.
La debilidad forma
parte
de la fortaleza
que debo adquirir
cada cierto tiempo.
Renuevo.
Pero pérfida
es la indiferencia humana,
desgarradora e intransigente
¡Ay, cómo duele!
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