El chacha y el renv...
"Regresaba a caballo a las tantas de la madrugada a su ruca, con una dosis de aguardiente en el cuerpo, pero la noche iluminada por la luna le indicaba el camino... Cuando se dio cuenta que había estado recorriendo por el mismo lugar en círculo, el caballo se asustó, cuando se cruzó una bella mujer, el hombre desmontó su caballo y la mujer le invitó a pasar, el lugar estaba al lado del camino, parecía una fiesta, sin mucha insistencia de la mujer, el hombre accedió a la invitación. Había mucha gente desconocida sentada en una gran mesa con utensilios de oro, sillas de oro, todo muy elegante, entre baile y comida, el chacha sabía de qué se trataba, pero no dijo nada, ya había entrado al lugar, le ofrecieron vino y carne, el vino no lo bebió, y la carne la guardó en los bolsillos de su abrigo, eran todos muy amables con el, sobre todo la mujer, el estaba asombrado de tanto lujo, cubiertos de oro, platos de oro, cuánta elegancia. Se acabó el vino y se fueron retirando. El chacha se quedó con la bella mujer se llevaron un botellón de vino y se fueron a otro lugar cercano, se fueron en su caballo. Se besaron y se quedaron durmiendo abrazados.
Al otro día ya de mañana, el chacha despertó desorientado, la mujer no estaba, tirado mirando al cielo, revisó su bolsillo, para sorpresa de el, en donde dejó la carne que le dieron, nunca hubo carne sino bosta de animal, miró a un lado y vació la botella de vino que nunca fue vino sino orina, miró hacia su otro lado, vaya sorpresa, la bella mujer no era mujer, sino el esqueleto de una zorra...
Así el chacha se dió cuenta que había estado en un renv, que había sido invitado a este lugar encantado... sus días estaban contados"
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