viernes, 22 de abril de 2016

Karrv Malliñ




Este es el Boyeco que quiero, que disfruto
cada vez que voy al campo,
este es el Boyeco que nos arrebataron
con su Vertedero,
este es el Boyeco vivo,
este es el Boyeco muerto,
este es el Boyeco que quiero,
por suerte los patos silvestres
aún disfrutan del Karrv Malliñ...
El mismo karrv malliñ que acogía a las garzas
A las ranas.
A las vacas
A los niños
A las taguas.
Este es el boyeco que conozco,
El acogedor,
El que añoro
El recordado
Ahora
Vuelan jotes hambrientos
Por los cielos de Boyeco.
El gusto y disgusto
De sus manos,
Una con la basura
Otra con las aguas
Una encima de otra
Aplastadas,
Tristeza,
Rabia
Impotencia
Humillación
Dolor
Resistencia
Sobre todo resistencia,
Porque nadie ha sentido
Ese aire putrefacto
Clavándose en su alma,
Contaminando
Hasta las diminutas arterias
De las raíces y ojos de agua.
Nadie lo ha sentido
Más que esta tierra…
Vuelan jotes hambrientos
Por los cielos de Boyeco.
Un pasado que existe
Y un presente que hiere.
Por suerte los patos silvestres
Aun disfrutan del karrv malliñ.

(15/09/2015)

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