Este es el Boyeco que quiero, que disfruto
cada vez que voy al campo,
este es el Boyeco que nos arrebataron
con su Vertedero,
este es el Boyeco vivo,
este es el Boyeco muerto,
este es el Boyeco que quiero,
por suerte los patos silvestres
aún disfrutan del Karrv Malliñ...
este es el Boyeco que nos arrebataron
con su Vertedero,
este es el Boyeco vivo,
este es el Boyeco muerto,
este es el Boyeco que quiero,
por suerte los patos silvestres
aún disfrutan del Karrv Malliñ...
El mismo
karrv malliñ que acogía a las garzas
A las
ranas.
A las
vacas
A los
niños
A las
taguas.
Este es
el boyeco que conozco,
El
acogedor,
El que
añoro
El
recordado
Ahora
Vuelan
jotes hambrientos
Por los
cielos de Boyeco.
El gusto
y disgusto
De sus
manos,
Una con
la basura
Otra con
las aguas
Una encima de otra
Aplastadas,
Tristeza,
Rabia
Impotencia
Humillación
Dolor
Resistencia
Sobre
todo resistencia,
Porque
nadie ha sentido
Ese aire
putrefacto
Clavándose
en su alma,
Contaminando
Hasta
las diminutas arterias
De las
raíces y ojos de agua.
Nadie lo
ha sentido
Más que
esta tierra…
Vuelan
jotes hambrientos
Por los
cielos de Boyeco.
Un
pasado que existe
Y un
presente que hiere.
Por
suerte los patos silvestres
Aun
disfrutan del karrv malliñ.
(15/09/2015)
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