Mujer descalza
que camina bajo la lluvia
sobre pasto verde
sobre cerros, sobre hojas.
Tus pies no se cansan
y siguen con prisa.
Tu voz al viento,
refleja tu desconsuelo,
tu desesperación…
Caminar en tu Tierra
te llena el alma
te adormece soñando,
pero has amanecido sollozando,
llanto enamorado
de soberana de bosques
buscando a su amado…
Tu incesante búsqueda
es constante, entre hualles,
copihues y gotas sobre tu pelo.
Un invierno bravo
de noches sin luna
y truenos precipitados.
Estas atenta a alguna señal
a cualquier ruido extraño
y un impulso intuitivo
te lleva sin vacilar
hacia el otro lado del río,
torrentoso río.
Ahora caminas sobre piedras
y aguas revoltosas,
caminas segura,
con un metawe en tu mano
el agua de la cascada
es pura y milagrosa.
Has caminado un día
y una noche,
ya es otro día
y la lluvia ha cesado
Nguenechen te ha ayudado.
Mujer hermosa, joven
y desesperada,
tu chamal empapado
pesa sobre tu cuerpo
pero no es impedimento
para seguir avanzando
hacia aquel arco iris
que se ha formado,
junto con la niebla
y gritas ¡Marihuaaaal!
Es que después de una noche
juntos en el monte,
después de haberla raptado
de su ruka
no podía haberla abandonado
¡Algo malo estaba pasando!
cuando ella despertó
él ya no estaba a su lado,
ya la paciencia se había agotado
tenía que encontrarlo
y antes del medio día
lo encontró malherido, moribundo
¡Pobre de su amado¡
lo había secuestrado su otro interesado
un joven llamado Ñancu
que ya había escapado,
pero ella amaba a Marihual,
no podia verlo morir.
Inmenso era su llanto
lo llevó a la machi más cercana
para curarlo
Nagtui ruega a Chau Nguenechen,
después de un rato
Marihual se ha recuperado.
Ahora ambos caminan por las montañas
De regreso a su lof
a buscar un buen comienzo.
09/09/08
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